LOGRA TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

¿Deseos, metas o propósitos? ¿Qué pediste para este Año Nuevo? 

 

En el blog anterior, hablamos de los deseos y los propósitos del Año Nuevo. Contamos un poquito de su historia, y mencionamos algo que me parece muy importante: que no solo hay que soñar, sino también, hay que saber cómo aterrizar estos sueños para hacerlos realidad, ¿recuerdan? 

 

Bueno, pues un buen comienzo, podría ser abrir un poquito los ojos y diferenciar entre “los deseos, los propósitos y las metas”. Puede sonar muy irrelevante hacer una diferencia, ya que, aparentemente, significan lo mismo cuando los pensamos en nuestro comienzo de año. Al final de todo, el punto es “que se hagan realidad”, ¿cierto?

 

Pero pensemos, si solo “deseamos algo”, creo que puede ser muy general, muy volátil; tal vez hasta desearlo “solo porque es algo que deseamos”, pero sin pensar realmente, en cómo podríamos llevarlo a cabo. Siento que la gran mayoría de veces nos pasa eso, y se quedan esos deseos solamente así, en el aire. Algo a lo que tal vez no le dimos ni pies ni cabeza. 

 

Si en lo que pensamos, fue en propósitos, entonces ya vamos ideando algo más. Pero no siempre es que se tenga un plan. Muchas veces, inconscientemente lo vemos como “algo que tenemos que realizar en un solo paso”, ¡y listo! Y de esta manera, tendríamos también una alta probabilidad de fallar en el intento. Ya que podríamos comenzar, pero no finalizar.

 

Peeeero, si todo eso que tanto deseamos, nos proponemos idearlo como metas, creo que eso podría hacer la diferencia. Sabemos que uno no llega a la meta en un solo paso. Que hay que esforzarse y tener disciplina para llegar a esa meta. Y así, tenemos más probabilidades de éxito para con nosotros mismos. 

 

Algo que me parece buena idea, es que en nuestra habitación, anotemos en un pizarrón, en una cartulina o en hojas recicladas (recuerden no desperdiciar papel) una meta por mes y dividirla en pasos. Primeramente por semanas, y si es posible, en días. Llevar un paso día a día, o bien, una pequeña meta. También podríamos valernos de pegar imágenes o cosas que nos recuerden nuestro objetivo, para tenerlo presente y saber que sí lo vamos a alcanzar. 

 

En este proceso, es de lo más normal que tengamos tropezones, pero no hay que detenernos. Recuerden que la constancia y la disciplina, son la clave para sus metas. 

 

Quiero compartirles algo que hace unos meses leí y me encantó: “Hagamos las cosas con flojera, pero hagámoslas”. El texto hablaba de  que es absurdo y poco honesto decir que una persona siempre hace todo porque está motivada, con ganas, o solo por gusto. Pero no es así, muchas veces no se tienen las ganas, ¡y lo que nos gana es la flojera! O esperamos a hacer las cosas el día que nos sentimos con toda la actitud, y siendo realistas, eso pocas veces puede pasar. Este texto era de un fisicoculturista, y justo hacía referencia a que muchas veces tenía flojera de entrenar, pero lo hacía aún con su flojera. Estaba consciente de que no le llegarían las ganas de la nada. Pero ese pensar, es lo que determinaba su éxito.

 

Esto me parece totalmente acertado. Creo que es más motivante ser realistas y saber que tenemos que obligarnos y “hacer las cosas con flojera, pero hacerlas”, que sentarnos a esperar ese momento de inspiración, ¿no creen? 

 

“Recuerden que los cambios no vienen solos, vienen cuando tú decides qué quieres cambiar” 

 

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